lunes, 8 de octubre de 2012

Fetih 1453, de Faruk Aksoy

Tratándose de una superproducción que sigue a pies juntillas las convenciones del cine bélico no tendría por qué llamar la atención, pero desde el momento en que hablamos de una película turca que celebra la toma de Constantinopla, las orejas de Occidente deberían levantarse. Especialmente ahora, cuando los otrora otomanos andan algo soliviantados con Siria y alimentan su sensible nacionalismo con aventuras guerreras. Por algo Grecia tiene uno de los mayores presupuestos militares de Europa. En realidad, no considero necesario hacer sonar las alertas porque eso que llamamos Occidente es una causa perdida. Su pomposo paternalismo hacia el resto del mundo, sobre todo África y Asia, y cierta vocación autodestructiva han erosionado sus cimientos tradicionales y culturales hasta el punto en que, cual torre de Pisa, por mucho andamiaje y refuerzo, un día de estos caerá en medio de un estruendo polvoriento, un confeti de banalidad. Y me da que a bien poca gente le pueda importar.

4 comentarios:

Calvanki dijo...

Illo, pero la peli está guapa o no?!

la cabeza en la puerta dijo...

¡Cómo va a estar guapa una cosa que han hecho los turcos!, ¿no has visto El expreso de medianoche?... bueno, no tiene nada que ver, pero vamos, que lo digo al principio del artículo... estamos un poco espesitos ¿no?

Calvanki dijo...

A mi me gustó la Pasión Turca, jejejejje

la cabeza en la puerta dijo...

Vaya, me has hecho reír...