martes, 6 de noviembre de 2012

Festival de Cine Europeo de Sevilla

El brillo del día, de Tizza Covi y Rainer Frimmel, se pone interesante justo cuando se acaba. Mediocre representación del cine austriaco, acorde con el tono del festival (siendo piadosamente generoso en el uso del adjetivo).  
 
Pero tenía que llegar Eloy Enciso con Arraianos para "alegrarnos" el día. Reportaje publicitario de la frontera hispano-portuguesa en la región gallega incluyendo, cual safari africano, la correspondiente muestra de folclore watusi, en esta ocasión, gallego, con sus cánticos, sus personajes tan cuchis y su idioma, una especie de forma cruda y rural del castellano. Estoy hasta el Finisterre de los imitadores de El cielo gira y análogos. Váyanse ustedes a grabar chorradas al patio de sus deshonradas madres, oiga.
 
Visto lo visto, en Hungría no es que rechacen o incluso acosen a los gitanos, directamente se los cepillan. Benedek Fliegauf reconstruye con astucia comercial una de esas razzias en Es sólo el viento, pero, al contrario de lo que parece, yo diría que el muchacho, antes que denunciar el racismo (o lo que sea, bien poco sabemos de Hungría), lo promueve.

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