sábado, 24 de noviembre de 2012

Looper, de Rian Johnson

Simpática historia de viajes en el tiempo que, como la mayoría, incurre en la consabida paradoja temporal (si el muchacho se mata cómo demonios existe Willis, ¿en?, y si Willis no viaja al pasado, por qué habría de suicidarse el muchacho, -otro "¿en?"-). Curiosa la idea (por otra parte expuesta apenas en Regreso al futuro) de la importancia sentimental para mantener el típico "continuum", apuntada en un infame soliloquio de Willis (hay demasiados en la película, incompetencia del guionista). Lo mejor, sin duda, el niño, que además de hacerlo estupendamente interpreta a un personaje claramente extraído del imaginario del maestro Dick, don Philip K.

1 comentario:

Calvanki dijo...

se deja ver, pero a mi me hubiera gustado saber qué coño hace ese niño en el futuro