lunes, 14 de enero de 2013

Django desencadenado, de Quentin Tarantino

A estas alturas, Tarantino hace películas como quien poda bonsáis o teje bufandas; para distraer el aburrimiento. Si al espectador neutral le resulta indiferente participar de este pasatiempo no digamos al quisquilloso, avisado de la tendencia del director a la inverosimilitud y el carácter repetitivo de la narración (Waltz interpreta exactamente al mismo personaje de "Bastardos no sé qué"). Es decir: Tarantino, ¡qué pereza! 

1 comentario:

Calvanki dijo...

Tarantino es un Almodovar con palabrotas y sin mariquitas.